![]() |
||||
Relación entre el médico y el paciente La relación médico-paciente es la esencia del ejercicio de la medicina; se produce cada vez que un profesional a quien la estructura social y jurídica de un país ha catalogado como idóneo para ejercer la medicina, acepta la petición de otro miembro de la sociedad que acude en búsqueda de su opinión, consejo y posible tratamiento. Otras condiciones deben cumplirse, pues esta relación es un elemento primordial y, para que tenga pleno éxito, debe fundarse en un compromiso serio, responsable, leal y auténtico por ambas partes. De hecho, el acto médico es una acción radicalmente social, que establece una relación técnica y amistosa entre el médico, capaz de prestar una ayuda, y el paciente, necesitado de recibirla. Cualquier relación amistosa se basa en la confianza y en la confidencia, esto significa: respeto por la dignidad y la autonomía del paciente. En conclusión, la relación se cumple bajo los siguientes parámetros: 1. En casos de atención provenientes de urgencia o emergencia, situaciones en las que generalmente el paciente no tiene la opción de escoger al profesional que lo va a atender, pero éste se ha comprometido con la institución prestadora de servicio de salud y debe atenderlo. 2. Otro caso en el que la decisión voluntaria no es del paciente, es el de la atención para personas graves, inconscientes, menores de edad o con incapacidad mental. Con base en estos dos principios, se puede entender que la relación entre el profesional y el paciente se basa en elementos que van más allá de un simple contrato de asistencia. Cuando un paciente consulta a un profesional de la salud, no necesariamente está enfermo; muchas veces necesita ser escuchado o atendido por alguien que puede aclararle las dudas respecto a su estado de salud. Bien lo expresa el Dr. Tissnesh, J. en su libro médica Decisión voluntaria de las partes, cuando dice:
|
|
|||
![]() |